viernes, 6 de noviembre de 2009

LA REVOLUCION PEDAGÓGICA PENDIENTE: UN SIGLO DE AUSENCIA

Comentarios a la Lectura publicada por el Profesor Luis Guerrero en su blog:
http://educhevere.blogspot.com/2006/12/la-revolucin-pedaggica-pendiente-un.html

LA REVOLUCION PEDAGÓGICA PENDIENTE: UN SIGLO DE AUSENCIA

La lectura es excelente , y nos ilustra sobre las taras que aun arrastramos en la educación, los profesores siguen anclados en la dictadura del conocimiento, creen ciegamente que esa es su función y no se han dado cuenta que hoy se requiere una mayor participación de los verdaderos actores de la educación, los alumnos.

Con el desarrollo tecnológico, la información está al alcance de todos. Ahora tenemos la información y necesitamos saber que hacer con ella; es aquí donde se requiere una revolución pedagógica que permita a los alumnos desarrollar la capacidad de aprendizaje. Albert Einstein decía: “ Aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información”.

En la primera parte de la lectura, Andrés Flores como profesor es un mero transmisor de información y lo que hace con sus alumnos es solo confirmar si han recepcionado los datos, no lo que pueden hacer con ellos, no se incentiva alguna interpretación u opinión personal de nadie. Es un ejemplo típico de un proceso donde los alumnos no desarrollan su aprendizaje y por tanto pierden la oportunidad de desarrollar sus competencias, y se les cierra la capacidad de acceder a resultados u objetivos que están fuera de sus posibilidades en ese momento, y seguirán así, o por lo menos no lo aprenderán en el salón de clase.

El gran desafío de hoy en día es “aprender a aprender” que va mas allá de transmitir información.

Si bien Paola y Cesar los dos alumnos participativos de clase, memorizan la lectura y pueden dar respuesta con las palabras descritas en la historia contada en el aula, están perdiendo una gran oportunidad de descubrir sus propias ideas. Quizás estos alumnos tengan una buena memoria y sean atentos, pero estas son cualidades que pueden ser explotadas, pero el profesor no genera el ambiente que les permita tomar acción de otra manera, a ser críticos, a crear sus propias conjeturas a desarrollar su imaginación y sobre todo llegar a tener una concepción activa del aprendizaje

El aprendizaje es activo porque requiere la voluntad y la acción de movernos de una zona de confort a otra zona de expansión. Y los profesores como Andrés Flores, deben de entender que la educación no puedes seguir siendo memorística y que él no es un mero transmisor, sino debe de ser un facilitador un provocador, un descubridor de sueños, un motivador de seres humanos.

La segunda parte de la lectura nos da una ilustración del como los seres humanos actuamos, La percepción humana es interpretativa. Lo que uno ve es lo que los sentidos nos dicen, por lo que la realidad no es única y el aprendizaje es ilimitado.



En el centro del sujeto que somos cada uno de nosotros, hay un “núcleo duro” y, por lo general, muy estable. Él está conformado por diversos elementos (distinciones, juicios, emociones, posturas, experiencias pasados, etc.) que definen una manera particular de estar-en-el-mundo. Una determinada manera de pararse en la vida, una forma particular de hacer sentido de lo que nos acontece y de la cual derivan patrones estables de comportamiento. En éste núcleo duro reside lo que llamamos el alma humana, esa forma particular de ser que nos caracteriza a cada individuo y que llevamos con nosotros de una situación de vida a otra. Allí reside lo que también llamamos nuestra particular estructura de coherencia. Cuando el aprendizaje penetra en el núcleo duro del observador, una nueva modalidad de aprendizaje se inaugura. A esto se le denomina “aprendizaje transformacional”. Ello implica la transformación de las coordenadas estables y habituales del observador. Modificar ese núcleo duro, alterar nuestra estructura de coherencia, tocar y ayudar a modificar el alma de otro ser humano es el objetivo último que debiera encerrar la hermosa tarea de los que estamos en el mundo de la pedagogía.

Hoy es compresible que no debemos de tener profesores apáticos, personas que luego de culminar su carrera se dieron cuenta que apostaron al caballo equivocado, personas desmotivadas. Hay que entender que las personas aprenden en la medida que estén motivadas, hay que buscar la participación y la motivación, y los profesores deben ser los líderes

Hay que hacer que cada uno dirija su cambio, los programas de talla única ya no están para estos tiempos, tenemos que revisar nuestras creencias, nuestros valores nuestros modelos mentales, ir hacia un cambio transformacional del sistema educativo; Pero esto no se realizará solo con leyes o mas Conferencias. El cambio evidentemente está en manos de los propios profesores y el cambio debe iniciarse en ellos.



Lima, 17 de Octubre del 2009

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